Fui adoptado cuando era un bebé y me devolvieron con 9 años, desde entonces estoy esperando cada día el encontrar mi familia ideal con la que no tenerme que separar nunca más. Soy un perrito muy cariñoso, sociable, me llevo genial con todos en el albergue, muy activo para mi edad, adoro jugar a la pelota ¡y siempre estoy sonriendo!

Todos los voluntarios adoran jugar conmigo, pero a mí me encantaría tener la estabilidad y el calor de un hogar y una familia. 

¡Conóceme, no te arrepentirás!