Rápidamente fue llevada al veterinario y, por suerte, tras varias pruebas, se descartó cualquier tipo de hongo, parásito o enfermedad infecciosa. A RAPUNZEL le han diagnosticado Hiperadrenocorticismo o Síndrome de Cushing. La enfermedad de Cushing es una enfermedad poco común que se desarrolla por el exceso en sangre de una hormona llamada Cortisol. Por suerte y a parte de esto, nuestra princesa está completamente sanita y no ha desarrollado diabetes, que es una de las complicaciones que esta enfermedad puede tener.
Aunque el Cushing felino es extremadamente raro, hay estudios que muestran una buena respuesta a ciertos medicamentos y, aunque ha tenido un par de bajones, con su tratamiento está perfectamente controlado.