Félix esperaba con impaciencia en la calle su turno para entrar a la gatera, y cuándo por fin llegó el día después de una larga espera y lo examinaron en el veterinario  recibió la peor  noticia posible, positivo a inmunodeficiencia felina.

Esta enfermedad suponía que  no podría vivir con otros gatos con normalidad, no podría entrar a gatera  y encontrar un hogar se volvía aún más difícil. Para empeorar las cosas, una gran infección en su piel le causaba un dolor constante.

Pero gracias a su cuidadora Félix ha tenido una segunda oportunidad,  gracias al tratamiento para su infección está totalmente recuperado y han vuelto sus  esperanzas de encontrar una familia .
Félix es un gatito super cariñoso, que no ha tenido ni un mal gesto a pesar del dolor que ha debido pasar,  que se toma su medicación sin rechistar. Un gato único que se merece encontrar una familia maravillosa  y única .

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