Esta es PRINCESA, una gatita que fue rescatada de la calle en muy malas condiciones. Princesa era un esqueleto que luchaba por sobrevivir y mantener con vida a sus bebés que también habían enfermado. 

No podía comer bien. Le dolía muchísimo su boca y hacía todo lo posible para alimentarse y continuar con vida. Princesa tiene gingivoestomatitis felina, y por ello no podía comer y sufría tanto dolor. Hoy, sana y salva, esta siendo tratada y come muy bien. Ha cogido peso y su aspecto y rostro han cambiado por completo! Desgraciadamente, todo el daño que ha sufrido en la calle le ha pasado factura y aún continúa temerosa ante las personas pero pasito a pasito, Princesa comienza a confiar y ya esta tranquila y en paz porque sabe que nadie más volverá a hacerle daño.