Quienes ya nos conocéis de hace tiempo sabéis que no solemos hacer difusiones de este tipo. No nos caracterizamos por pedir dinero siempre ni exponer los gastos que tenemos, sin embargo, estos últimos meses esos gastos se han desbordado.
Hay muchos animales a los que ni siquiera llegáis a conocer, como pueden ser los casos de Marquesa, Sinatra o Ceniza, porque, por desgracia, llegamos tarde a ellos. Son penas que nos comemos en silencio y sin hacer ruido, pero que también requieren un desembolso económico.
Os mostramos sólo algunas de las facturas de estos últimos meses. Son las más cuantiosas y más puntuales que se unen a una larga lista de vacunaciones, analíticas, revisiones rutinarias, desparasitaciones, operaciones, pruebas varias, medicaciones, chips... de los entre 150 y 200 animales que solemos tener a nuestro cargo. A esto también hay que unir otros gastos como seguros, luz, agua, mantenimiento, seguridad.... Es por eso que, aunque no solemos hacer esto, en esta ocasión lo necesitamos y necesitamos vuestra ayuda.
Si ya nos conocéis desde hace un tiempo, sabréis que nuestro albergue, el refugio donde los más grandullones y, en ocasiones, los más olvidados, tienen su hogar, está construido sólo en un tercio, que es lo que nos pudimos permitir con mucho esfuerzo hace ya algunos años, una de las pocas veces que pedimos ayuda monetaria y una de las excepcionales ocasiones en la que tuvimos que parar de asumir durante un largo tiempo el ritmo de casos que veníamos asumiendo. La idea era no tardar mucho en completar una segunda o incluso una tercera fase, pero no conseguimos ahorrar, no es posible. Gracias a socios, padrinos y donantes, nuestros pequeños están cubiertos, y procuramos que así sea siempre. Eso no lo hemos borrado de nuestro horizonte. Los que ya están (repetimos, entre 150 y 200 animales constantes), no pueden verse desvalidos y sin que podamos afrontar los gastos que necesitan para estar bien, sanos y cuidados. Pero la ampliación de nuestro albergue es también muy necesaria.
Además, tenemos dos preciosas gateras que necesitan ser renovadas, ya que una tiene filtraciones de agua. En esto ya estamos manos a la obra, pero, además, queremos un recinto mejor para nuestros inquilinos gatunos, para que estén más fresquitos en verano y más calentitos en invierno, donde no se cale el agua cada vez que llueva, y esto sólo lo conseguiremos una vez que podamos realizar una segunda fase de nuestro albergue. No obstante, con estos gastos, nos es imposible siquiera imaginarlo en un futuro a medio plazo.
Es por eso que, aunque no solemos hacer peticiones de este tipo, nos vemos en la necesidad de lanzarla. Nos vemos en la necesidad de aminorar la marcha de nuevo, pensando en el bienestar de los que ya están y en los que están por venir.
¿Nos (les) ayudas a seguir adelante? ¿Nos ayudas a seguir creciendo?
Activistas de FAPAC, El Arca de Noé de Córdoba, la Asociación Abogacía Andaluza por la Defensa Animal, los veterinarios de AVATMA y Empatiza Córdoba, han entregado más de 11.800 firmas en Delegación de gobierno y Junta de Andalucía, para pedir la cancelación de la corrida de toros del día 12 de octubre que se va a celebrar en el Coso de los Califas de Córdoba.
Consideran que, en plena pandemia de la COVID-19 y por las restricciones aplicadas a otros eventos de carácter público en la coyuntura actual, no se debería celebrar un evento de estas características en la ciudad andaluza, que además presenta una de las tasas de contagio más altas.
Lamentan que el gobierno de la Junta de Andalucía apruebe el evento organizado por la empresa taurina “Lances de Futuro”, que atraerá a personas de distintas ciudades. Señalan que, desde la web de la empresa, el festejo que se desarrollará en la mencionada plaza de toros, ha sido catalogado como el "epicentro mundial del toreo", y que puede ser un reclamo peligroso para incrementar el riesgo de contagio y extender el virus.
Advierten que la empresa pretende controlar a 2.500 personas en la entrada, interior y salida del evento, pero estiman que su celebración es una irresponsabilidad, con tal magnitud de espectadores, por el alto riesgo de contagio ante las posibles aglomeraciones que se puedan dar durante la realización del mismo. Recuerdan que las que ocurrieron en el evento del día 6 de agosto en El Puerto de Santa María, no se pueden volver a repetir apelando a la seguridad de los asistentes y del resto de ciudadanos.
Remarcan que la empresa permitirá la entrada a menores de edad para que estén presentes en un espectáculo de violencia extrema, que según el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, vulnera los derechos de los menores. Afirman que la empatía es la capacidad que debe ser inculcada desde pequeños, y que su presencia en eventos de esta índole, puede insensibilizar a la población infantil.
Ratifican que la tortura jamás será cultura, y que la tauromaquia es un evento anacrónico de maltrato animal legalizado, que tiene alternativas verdaderamente culturales y deportivas, para llenar este tipo de espacios públicos cuando la pandemia pase. Cualquier ayuda pública al sector taurino debería ser utilizada en la organización de otro tipo de espectáculos, como los anteriormente mencionados.
